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sábado, 9 de marzo de 2024

EL CONTROL TELEVISIVO FUE MAS IMPORTANTE PARA EL PRESIDENCIALISMO EN MEXICO QUE EL EJERCITO

 































































En una especie de limpia de conciencias que para muchos resulta una autocrítica para  querer dar un borrón y cuenta nueva por parte de televisa por medio de su   nueva plataforma de Televisa,  es que la que era la única televisora privada de los años ochentas, está presentado la serie "¿Qué onda con los 80s?", que para el televidente poco analítico y  privado de su voluntad, resulta un pasaje de lindos recuerdos de lo que eran los programas de televisión de hace cuarenta años por el canal 2, pero para quien ha vivido los cambios de México en los últimos seis años y para la generación Z, resulta un álbum en pantalla, que relata lo mucho que estaba atrasada la sociedad mexicana ante la telecracia y la presidencia dictatorial, lo que facilitó el saqueo nacional y fomentó la acción corruptiva. La televisión basada en el entretenimiento,   fomentaba programas de sumisión, intelectuales orgánicos y  autorías en que el tema musical habituaba la pobreza y la crisis como un sistema  político que a la vez se contradecía con la cultura del aspiracionismo que se deleitaba con  certámenes de belleza y festivales que tenían explicita la trampa,  mientras se  creaban falsos rockeros y líderes de opinión que terminaban agachados ante  la presidencia de la república. El asesinato al candidato presidencial  Colosio como lucha del poder económico sobre el político entre corruptos, así como  las terribles devaluaciones monetarias y el terremoto a mitad de los ochentas, comenzaron a fortalecer cambios bajo el freno de manos  del fraude electoral  que resultaron sistemáticos hasta desgastarse y ser  inoperantes para un socio comercial imperialista que no podía permitir estar sentado en la misma mesa que un suplantador, y dio pie a las elecciones libres  en donde el pueblo que había sido engañado con la alternancia pripanista, no dudó en votar por un cambio de régimen con el  lópezobradorismo que en seis años de gobierno en vez de fallar se consolidó y destrozó los esquemas operativos y de comunicación convencionales,  aunque reinas de la radio y damas del buen decir, se resistieron a no   reestablecer, pero que ya resultan chatarras  infuncionales ante un modelo neogeneracional, basado en una mentalidad global y tan renovadora como cuestionablemente  desechable , lo que no permite apegos permanentes que  era la base del efecto televisivo en aquellos años ochentas y parte de este siglo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com


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