Por su sonrisa encantadora,
es que mantenía enamorada a la calaca,
por eso llegó hasta su morada,
la mismísima muerta flaca.
La catrina confianzuda,
al visitar a Karina Zapata,
le expresó que siempre le ha admirado
por ser deportista destacada.
El vampiro enamorado,
que a la calavera acompañaba,
no pudo evitar caer a los pies
de la linda Zapata.
De rubia o de cabello oscuro,
se declaran de ella enamorados,
y con una medalla en mano,
vampiro y calaca por ser entrenadora máster,
a Karina en el panteón, ya la condecoraron.
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