Llegó la calavera
en un lujoso auto,
para llevarse al camposanto,
a nuevos valores del canto.
Con un baile singular
eligió a sus invitadas,
comenzó con Majo Aguilar
que como ella bailaba.
Luego atrapó a Carolina Ross,
y a Perla Geraldine también le alcanzó paso,
quería tener en el otro mundo,
a lo mejor del canto.
No podía faltar Ingrid Contreras
ni tampoco Bridget González,
ni la linda Diana Michelle
que estaban anotadas en sus planes.
Para terminar su hazaña
la calaca partió a la luna,
mientras que en su capa arropaba
a la brillante Odet Yunna.
Una vez en el camposanto,
las quería escuchar con insistencia,
pues con tantas estrellas ya podía hacer un concierto
superior al de La Academia.
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